¿Solo te importan los picos y los valles?
Como sociedad del hiperéxito y de la hiperinformación -envasada online de forma ultrarrápida, al estilo de hamburguesa fastfood-, nos regocijamos en el todo o en la nada. Fuera los grises; nos percatamos hace tiempo que el equilibrio de la balanza no vende. Hemos mandado directamente a paseo a uno de los tótems de la filosofía –Aristóteles– y solo nos centramos en los megahéroes y/o en los supervillanos. La realidad en el mundo del deporte la digerimos a través de cuentos cortos que nos explican enlatados, en forma de píldoras de vídeo de minuto y poco o en breves posts.
Esto va únicamente de picos y valles. Figuras prometedoras, que elevan las expectativas por encima de la estratosfera en la NBA, como la de Zion Williamson. Otras, en cambio se debaten entre ascensiones, sin cuerda, cuyas caídas son épicas. En el caso que el aspirante a entrar en el olimpo de los dioses acabe vagabundeando por la vida como si de un cruel y eterno purgatorio se tratara, más atrayente será aún la historia. Delonte West pena por una vida que en su día parecía de ensueño y que ha acabado en cruda realidad sin futuro vital. Seguimos jugando con los deportistas de élite pero no sabemos qué hacer con ellos cuando se nos rompen…
¿Te llama la atención solo el dramatismo del deporte?
photo credit: Víctor Bautista Tre Cime di Lavaredo via photopin (license)
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