Más de un mes sin deporte (¡tres!)
El fútbol, la apisonadora global que encerrada en su burbuja de oro y diamantes iba en paralelo a la realidad del planeta y que no entendía de crisis ni de ciclos económicos ha quedado seriamente tocado por el coronavirus. El deporte rey no hizo caso de la célebre frase que recogió mi abuela del refranero popular: “Qui no guarda quan té, no menja quan vol / Quien no guarda cuando tiene, no come cuando quiere”.
El deporte del balón de cuero genera ingentes cantidades de dinero, como también es cierto que tiene unos gastos equiparables a las ganancias. El fútbol, gracias a las televisiones dio un salto cualitativo para engrasar la máquina económica. Pero en su afán de ganar y de levantar campeonatos, muchos equipos se olvidaron de ahorrar y se enrolaron en la lógica de vivir temporada a temporada.
Y como casi nadie ahorra en este loco mundo que te empuja a gastar y a ganar pues ahora el fútbol vive con el culo al aire, buscando como loco el apoyo de las televisiones (que nos guste o no ya tienen muchísima más importancia y peso que los aficionados). Ya empiezan a sonar tambores de economía de guerra, como cuando de pequeño iba con mi padre al Mercat de Sant Antoni a cambiar cromos para completar mi colección de la liga en los ochenta:
-Tengui, tengui ,tengui… ¡falti Pjanic!
-¿Tienes a Arthur?
-Creo que sí. Toma, hasta luego.
-A ver si acabas pronto la colección.
Todopoderoso fútbol, hay que hacerle caso más a las abuelas…
photo credit: www.ReleaseDay.co.uk Pokemon Cards – Grass via photopin (license)
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