Más de un mes sin deporte (¡dos!)
Recuerdo nítidamente, aunque sucedió una década, la principal razón que me empujó a acelerar mi retirada de los terrenos de juego. Con casi 34 años, estaba harto de sufrir en los partidos corriendo detrás de veloces gacelas recién entradas en la veintena. Durante mi última temporada federado, mi gran argumento defensivo fueron los agarrones y las patadas (generalmente por llegar tarde al balón). Transcurridos un par de meses de competición, decidí que ya había tenido bastante (tras 17 temporadas entre tercera y segunda regional). Y nada ni nadie me van a hacer volver a ese escenario, exceptuando puntuales pachangas de las que tengo catalogadas dentro de la categoría de «bodas, bautizos y comuniones».
Bueno, si la llamada viniera de Jürgen Klopp o de Lionel Messi, la situación daría un vuelco radical y un no rotundo al 100% se convertiría en un más que probable sí. Rob Gronkowski, tras un breve paso por la WWE, ha vuelto para enrolarse en el proyecto de los Tampa Bay Buccaneers liderados por el incombustible Tom Brady. Tras jugar una década juntos y llevarse 3 Superbowls para el conjunto de Massachusetts, Gronkowski ha forzado su vuelta supeditada únicamente a jugar en el mismo equipo que Brady. El hecho de ser uno de los mejores jugadores en su posición de los últimos años ha jugado a su favor. La temporada dictaminará si ha sido justificado el curioso movimiento, más propio de un equipo de amigos que de un club profesional…
¿Volverías por alguna poderosa razón? ¿O con las retiradas no hay vuelta atrás?
photo credit: Thomas Hawk Come Back Soon via photopin (license)
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