• ivanferrer
• A 13/05/2020

Cuando se da una situación excepcional existen dos tipos de posiciones. La que, de forma estoica, acepta la realidad, pone buena cara y afronta el futuro con el máximo de energías. En el lado opuesto de la balanza está la que se queja en público, con gesto agrio, lamentándose de por qué ellos no, de por qué otros sí y el por qué en otros sitios es diferente.

Estaremos de acuerdo en que el fútbol siempre es el número 1 en este país y que la natación, nos guste o no, es un deporte mucho más marginal. Las grandes disrupciones aparecen de la nada y pillan en bragas al planeta entero. La coyuntura creada de golpe hace que la realidad quede seriamente modificada y todo empezamos a vivir en fuera de juego.

Pero de ahí a dramatizar sobre las futuras medallas que podrá ganar o no Mireia Belmonte en un futuro en función de cuándo vuelva a entrenarse me parece una meada fuera de tiesto por parte de su entrenador. Estamos en una situación sin precedentes, en el que un deportista de élite no debería ser el foco. Yo, particularmente me haría antes cargo de los autónomos y microempresas que tendrán que ir directos a la desaparición sin apenas opciones de futuro. Pero en fin, doctores tiene la iglesia…

¿Te quejas o pones buena cara ante el apocalipsis?

photo credit: Carmen Escobar Carrio YA! via photopin (license)