¿Usas la dama como un triste peón?
Hay tres cosas que considero de una inutilidad suprema y colosal: el ejército, Tele 5 y la corona. Si me preguntaran por el orden de prioridad, me pondrían en un serio aprieto (como al niño pequeño que le preguntan si quiere más al padre o a la madre). En la era en la que con un simple botón -o clic de ratón- te envían tres cabezas nucleares a la velocidad de un Amazon Prime, no acabo de entender para qué nos sirven los soldaditos (más allá de marcar músculo el día de las fuerzas armadas). El Programa de Ana Rosa, Supervivientes, Gran Hermano, Sálvame, Sábado Deluxe: todos ellos profundas odas a la inteligencia.
Si Beth Harmon hubiera utilizado la pieza más importante de todo su arsenal de ataque -la reina, con sus ilimitados movimientos en todas las direcciones- como un peón, hubiera lanzado por la borda el 95% de sus opciones de disputar sus partidas, imposibilitándole la victoria en todos y cada uno de los torneos en los que participó. Así ejerce la tercera inoperancia del día.
Supongo que a Letizia, exhausta de aguantar su corona de lunes a viernes, se le antojó demasiado ir al palco de autoridades para entregar la copa de fútbol (que lleva su nombre) a Levante o Barcelona. Supongo que como el partido empezaba a las 20 horas de ayer -30 de mayo- debía estar acabando de ver el Viva la vida, sentada en un cómodo sofá (eso siempre) al lado de Luis Rubiales (presidente de la Federación Española de Fútbol, que también es Real) y José Manuel Rodríguez (Ministro de Cultura y Deportes).
Usando la reina como un triste peón, así potenciamos el deporte femenino…
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