¿Es arte?
Esta mañana iba en la moto hacía el trabajo, tieso como una mojama. Estamos dentro de los únicos tres meses (de diciembre a febrero) en los que es realmente desapacible circular sobre dos ruedas; el resto es un auténtico lujazo, gracias a una combinación de buena temperatura y escasez de lluvias. El frío te entra, sin remedio, por las manos y los pies y te atrapa como espesas arenas movedizas. Y a medida que vas avanzando kilómetros, te queda como un pétreo bloque de hielo.
Igual de rígido y helado se quedaron los Buffalo Sabres al encajar el primero de los dos goles que acabaron en el fondo de su portería. Fue una sorprendente combinación de inteligencia, audacia, imaginación, sincronía y efectividad. La genialidad se inicio de la mano de Trevor Zegras, que tras no ver salida clara por ninguna parte (por detrás de la portería rival), levantó la pastilla por encima del arco para crear un peligro inesperado.
El no va más se encadenó con el concurso de su compañero en los Anaheim Ducks, Sonny MIlano, que levantó su stick rematando el caucho sin dejarlo caer al suelo. Y gracias a la repetición a cámara lenta se puede apreciar la sublime originalidad y plasticidad de la jugada. Para que digan que las obras de arte solo están en los museos…
¿Un gol puede ser una obra de arte? ¿O el arte es otra cosa?
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