¿Hay que premiar la derrota?
El mundial de balonmano está en marcha. Hoy se ha iniciado la ronda principal del torneo, con los 24 equipos que lucharán por llevarse el cetro planetario el 19 de diciembre en Granollers. Entre ellas se encuentra una de las favoritas, la selección noruega, que ha arrasado en la fase preliminar. Uno de los combinados, pasto de las atilas nórdicas, ha sido el combinado de Irán, que encajó un rotundo y contundente 9-41.
El hecho más relevante -y a la vez emotivo- del encuentro lo puso la organización otorgando el MVP a una de las tres porteras asiáticas, Fatemeh Khalili Behfar. Aunque encajó 23 de los goles de Irán, recibió el reconocimiento a la jugadora más destacada del encuentro por su desempeño deportivo, a pesar de la abultada derrota.
Aparte de la emoción del momento, que acabó con ambos conjuntos arropando a la guardameta iraní en una instantánea para la historia, tampoco veo del todo desacertado el premio individual, ya que en su primer partido, contra Rumanía, hizo hasta 18 paradas.
Irán, que ya está en casa tras tres partidos sin puntuar, recordará para siempre un galardón que no aparecerá en ningún palmarés de la IHF, pero que ha llenado de orgullo la expedición del combinado asiático y que nunca jamás olvidará Befhar.
¿Solo debe haber reconocimiento en la victoria?
Publicar un comentario