¿Te cagas en el año viejo?
El planeta se va por el desagüe. Me siento como Guillermo Álvarez Guedes desatado, cagándome en todo. Incluso ayer, mi mujer me lo comentó mientras tomábamos el café matinal: «Relájate que aún es lunes». El Covid-19 sigue empeñado en recordarnos que somos una triste minucia en la inmensidad del cosmos. La desastrosa cumbre climática de Glasgow ha demostrado que el modelo económico y la ambición de los más ricos fagocitarán el presente y dinamitarán el futuro del propio planeta. Y como toque folclórico -de pandereta y botella de anís rascada con cuchara-, personajes con retardo mental severo que dicen que, en Cataluña, a los alumnos que no hablan en castellano les llenan las mochilas con piedras. Joder, qué mierda realidad nos está quedando…
Y mi relación con el deporte base no ha acabado de mejorar en 2021… Competición excesiva anulando la diversión, primacía del marcador por encima de todo, presión, expectativas excesivas de los padres, comportamientos lamentables en las gradas… Pero siempre hay chispas que son capaces de calentarte e iluminarte en medio de tanta oscuridad; que te recuerdan que no todo está tan mal y que un futuro diferente es posible. Porque pase lo que pase, depende solo de nosotros que sea Navidad…
Felices fiestas a todos. Salud y mucho deporte para 2022!!!
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