¿Te van las pelis de terror extremo?
En los años 80, triunfó en los videoclubs un género de películas en el que la muerte, la sangre, las vísceras, la supervivencia y la presencia de inquietantes y despiadados asesinos en serie te tenían en tensión constante. Mis películas preferidas, mi particular y singular póker de ases estaba formado por cuatro seres indeseables: Jason Voorhees (Viernes 13), Freddy Krueger (Pesadilla en Elm Street), Michael Myers (Halloween) y Leatherface (La matanza de Texas). Las primeras películas de cada saga, me atraparon para desgastarme en una carrera sin fondo infinita de secuelas, precuelas, remakes y versiones… El género slasher presidió infinidad de horas de VHS pero lo abandoné, de forma muy curiosa y extraña, cuando tuve hijos (supongo que acabé saturado con el sufrimiento del día a día, sin necesitar de dosis extras a través de la ficción).
El Barcelona sufrió en sus propias carnes las vicisitudes de la víctima de turno. Esa que sabes que, aunque es un superviviente nato, desgraciadamente no llegará al final de la película. A falta de media hora -con 0-2 ante un rival incrustado en la zona baja- el Barça, de forma heroica, remontó y se salvó del desastre. En 11 minutos eléctricos parecía que se había alejado del desastre. Pero cuando menos se lo esperaba, el asesino apareció por donde menos lo esperaba y le asestó tres puñaladas para dejar que la sangre, las vísceras y los gritos azulgrana se desataran a raudales. Así funcionan las películas de los 80, por mucho que luches, siempre acabas en el hoyo…
¿Eres incapaz de tener un plan?
Imagen de Sabrina Belle en Pixabay
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