• ivanferrer
• A 14/04/2024

Los grandes partidos, los que juegan de tú a tú los rivales de un nivel parecido, acaban decidiendo qué equipos son los que acaban campeonando. Pero hay otro tipo de encuentros, infinitamente menos vistosos, que acaban forjando el carácter de un colectivo. Tras ganar la semana pasada 5-2 al segundo clasificado y dejar casi sentenciada la competición (invictos, con un margen de seis puntos más el goal average particular, a falta de tan solo cinco jornadas para acabar la liga regular), Jujol se enfrentaba a Rubí en su campo, en un choque que se presumía altamente desigual.

Pero desde el primer minuto, los jugadores del Rubí plantaron batalla con una defensa muy sólida, acompañada de un inspirado guardameta (atajó más del 80% de los tiros visitantes). El partido se trabó para los intereses de Jujol, de tal manera que se entró en la recta final del partido con 2-2 en el marcador. Pero si una característica tiene este equipo es determinación y fe. A falta de tan solo 2:15 llegó el 2-3. Y defendiendo un power en inferioridad, cuando al electrónico solo le faltaban 24 segundos para morir, llegó la sentencia.

Los jugadores hicieron uno de los partidos más flojos de la temporada ante un rival que jugó de manera magnífica. Pero lo que está clarísimo, es que lo intentaron hasta el final, aunque tuvieran que masticar arena durante 30 minutos de forma ininterrumpida. Así funciona el carácter de un equipo…

¿Te deslumbras solo con las victorias contundentes? ¿O aprendes más en los momentos complicados?

Imagen de Chil Vera en Pixabay