¿Conoces algún superhéroe deportivo anónimo?

El deporte está lleno de referentes y héroes para niños y mayores. Historias increíbles de superación, hazañas épicas, gestas sobrehumanas. El salto imposible de Bob Beamon, Jesse Owens (el negro que mojó la oreja a la raza aria nazi), el ultracondecorado Michael Phelps (con 28 medallas olímpicas acuáticas), el Dream Team (el equipo imposible que nos hizo babear en los JJOO de Barcelona), Messi (ese jugador capaz de ejecutar lo imposible a una velocidad endiablada… Podría empezar y no acabar nunca… Pero me hago una pregunta: ¿Hace falta ir tan lejos para idolatrar gente que realmente no conocemos?
Hay otros héroes anónimos del deporte, que nunca serán portada, pero que tienen toda mi admiración. Y los tenemos mucho más cerca. Jordi Cortinas es uno de ellos. Hace siete años, nuestros caminos se juntaron en el club de triatlón “Mi Primer Triatlón”.
Mañana estará en Motril en la línea de salida del Ultra-Tri Spain. Solo apto para unos pocos, mejor dicho, poquísimos. 60 valientes que se enfrentan a tres jornadas de infarto solo verlas sobre el papel: 10 km de natación en el mar combinado con 145 km de bici, 276 en bici y 84 kilómetros a pie como guinda para la tercera jornada… Solo de verlo escrito se me hace una montaña kilométrica y empinadísima a la vez. Sé que sufrirá mucho, que tendrá momentos de bajón y profunda oscuridad; pero también estoy completamente convencido que acabará: porque es un máquina, un cachondo y tiene un gran corazón.
Es un máquina. Recuerdo en los días previos a su participación en el Ironman de Niza (algunos lo han catalogado como “el infierno de la Costa Azul”) que quedamos para tomar un café. Estaba muy preocupado porque tenía muchas molestias y no podía prácticamente salir a entrenar la carrera a pie. No tenía la certeza de si podría tan siquiera cumplir los primeros kilómetros de la sección de maratón. Le di muchos ánimos; es lo único que podía hacer… Me alegré un montón cuando recibí su whatsapp días después con la foto de finisher, sonrisa de oreja a oreja, y tiempazo de 10 horas 55 minutos. Si llega a estar al 100% igual revienta el crono y todo…
Tiene un gran corazón. A la fuerza eres buena persona si eres capaz de acompañar a un persona los últimos 12 kilómetros de una maratón en modo zombie, tras quedarte tieso. Casi no me dirigió la palabra en la hora y 50 minutos que duró aquel suplicio, pero estuvo ahí, acompañándome y dándome apoyo con su sola presencia.
Es un cachondo. Un personaje que es capaz de reservar mesa en un restaurante a nombre de Samuel Eto’o o Jorge Cadaval tiene todo mi respeto. Así que ya sabes Jordi; con tu medalla de finisher colgada al cuello voy a escuchar de tu boca, en directo como pides la mesa a nombre de Dikembe Mutombo…
Mucha suerte para mañana amigo. Eres anónimo para el gran público, pero eres nuestro ídolo…
photo credit: Wackedkid47 Photography IMG_3093 via photopin (license)
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