• ivanferrer
• A 04/04/2023

Las dinámicas de equipo solo las alcanzan a comprender, en toda su magnitud y complejidad, los que las viven desde el mismo epicentro. Puedes llegar a hacerte una remota idea de lo que sucede en el seno del grupo, pero siempre estarás en fuera de juego ya que te faltan datos, complicidades y muchísimas horas de vuelo en lo que a interioridades del colectivo se refiere.

Tras vencer la semifinal por un contundente y rotundo 10-1, nos fuimos todos a comer. La mesa de niños, tras acabar con el tradicional ágape a base de macarrones, pollo rebozado y patatas, quedó completamente desierta. Todos los pequeños se lanzaron a tumba abierta para jugar en el parque que había delante del restaurante.

Cuando quedaba una hora y cuarto para empezar la final nos dirigimos todos hacia el pabellón. El partido por el tercer y cuarto puesto, que acabó en una emocionante tanda de penalties (ganó Premià anotando un único gol, tras neutralizar los tres tiros rivales), se retrasó porqué el portero de Dracs se tuvo que retirar al vestuario ya que recibió un golpe de puck en pleno encuentro.

Temíamos que la final iba a ser extremadamente dura. Tras ver el cometa Halley en Sabadell una vez, esperaba que íbamos a sufrir de lo lindo si queríamos volver a vencer a Gadex (en casa no pudimos pasar del empate). Y mientras el rival ya estaba en bloque cambiado y esperando a tener la pista libre para calentar, los de Sant Joan Despí estaban, como posesos, jugando un partido de fútbol sala en la pista contigua. De mis pensamientos de horror inicial al ver una escena tan surrealista, pasé a una extraña sensación de calma, al comprobar que muy presionados no debían estar. Como sostienen los Beastie Boys, los jugadores del Jujol solo reproducían en su mente: «We gotta fight for our right to party!».

Renunció Jujol al privilegio, como primeros de la liga, a jugar como local con la camiseta blanquiverde ambos partidos, porque los dos equipos contrarios se habían cambiado antes. De verde o de negro, los niños solo tenían entre ceja y ceja dejar el pabellón bien alto…

¿Cómo afrontas una gran final? ¿Requiere de grandes dosis de concentración o simplemente hay que encararla de forma auténtica?

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