• ivanferrer
• A 28/06/2024

La realidad es cíclicamente tozuda. Acabó una temporada excepcional pero, tras el último partido, el contador vuelve a la casilla de salida, sin importar si has quedado primero o último. Y con el cambio de categoría, avanzando al alevín, se configura una nueva plantilla. Oriol estaba nervioso para saber en qué equipo acababa jugando. Solo tenía un claro un solo deseo: continuar con Lluís y Gala, con los que ha compartido vestuario y disputado las últimas tres finales a cuatro. Realmente no los prefiere a su lado porque hayan sido los dos mejores jugadores de Cataluña en categoría benjamín; lo hace por otros motivos muy diferentes.

Con Lluís conecta dentro y fuera de la pista (largos ratos pasan jugando al Minecraft y al Fortnite. Y en verano su amigo le invita a pasar la tarde a la piscina). Lluís y Gala jugaron con el alevín la fase final del camperonato de España el pasado fin de semana. Y en el momento más feliz de su participación, cuando marcó un gol, se acordó de su amigo Oriol y se lo dedicó, con una celebración de media fusión.

Con Gala, son cómplices en la pista –con acciones que desafían toda lógica– y en el colegio -los dos comparten experiencias en clase y forman parte del mismo grupo de amigos. Gala es muy generosa con Oriol y tiene grandes detalles como el collage de fotos que le hizo para su último cumpleaños.

Oriol los quiere, sencillamente, porque son grandes dentro y fuera de la pista. Y eso pesa al triple que la copa que ganaron juntos hace solo un mes. Sus amigos y compañeros de equipo; así que poco le puede pedir más a la nueva temporada. Excepto disfrutarla a su lado…

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