¿Las ilusiones se revenden?
Últimamente ir a una final del Barça es cuestión de suerte. Es como jugar al Euromillones, a la Primitiva o a la ONCE, pero con un mayor porcentaje de probabilidades de que salga tu número. La diferencia es que si te toca hay alegría pero con rascada de bolsillo incluido. Tras intentarlo en las últimas finales, no habíamos conseguido entradas. Pero esta vez… ¡BINGO! Nos vamos con mi madre a Madrid, el sponsor del viaje.
Será un día intenso. Salida a las 6 de la mañana, 8 horas de trayecto y tarde por Madrid hasta que empiece el partido a las 21:30. Y a las 12 de la noche vuelta para Barcelona que el lunes hay que trabajar. Yo desde que conseguí mis entradas me sentí afortunado y contento de ver una final en directo, que para mí es el deporte en estado puro.
Pero hay otros agraciados que no lo ven así. No diré el pecador ni el mensajero, lo único que es relevante es el hecho. Un amigo perico me mandó un whatsapp por si conocía a alguien que quisiera dos entradas de reventa para la final de Copa. Cada entrada valía 50€ y las pretendía colocar a 300€ la unidad. Reconozco que me indigné, me parecío inmoral que alguien quiera sacar beneficio de la ilusión de otros. Yo entiendo que ser socio del Barça no debería usarse para traficar con entradas. Pero como no importa demasiado este tema al club ni a la policía (un fin de semana de partido te dan hasta tarjetas de visita para que contactes con los reventas) seguirán sin meterle mano al asunto.
El susodicho seguro que estará salivando, pensando en los beneficios de 500€ que se llevará si coloca las entradas. Pensándolo bien, cada uno a lo suyo, con sus ilusiones diferentes alrededor de una misma final.
¿Ver un espectáculo en directo es lo más de lo más? ¿O por un módico precio lo mirarías desde casa?
photo credit: Saskibaloi, atletismo eta igeriketarako sarrerak via photopin (license)
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