¿Saboreas la calidad de forma anodina?
Hay temas que por cutres, anodinos y pasados de moda, son siempre lo mismo. Eso es lo que fue el triste debate a 4, un capítulo clásico de la serie, en blanco y negro y regada con altas dosis de caspa, «Prometer hasta meter…». Cuando llegan a la cumbre del aburrimiento y el vacío de contenido, ya solo puede continuar en un electroencefalograma plano eterno… A ese estado catatónico profundo -en el que todo es como siempre ha sido habitualmente, y así será, por los siglos de los siglos- se ha apuntado la liga ACB en los últimos años.
Ayer Barça y Madrid protagonizaron un bonito duelo en el alambre, con suspense hasta el último segundo. Pero la realidad es que a la liga Endesa se le está apagando la luz… Aquí hay somnolencia a partes iguales, tanto para los de arriba como para los de abajo. Exceptuando la magia que aporta la Copa del Rey, la liga regular es un tostón de mucho cuidado.
Quinta final consecutiva entre Madrid y Barça. En las últimas 20 temporadas, solo Laboral Kutxa (3 veces), Unicaja y Manresa, han podido interrumpir la hegemonia de los dos gigantes, hermanos pequeños de los monstruos del fútbol planetario. Y en los ascensos hay un tapón espactacular en forma de canon de entrada a la máxima competición nacional. Así, Estudiantes, que ha bajado deportivamente dos veces en los últimos años, ha sido rescatada por la renuncia de los que se habían ganado su plaza. Para hacerlo aún más soporífero, se han inventado la incorporación en diferido a la ACB (si te ganaste la plaza pero no puedes subir por la pasta, te guardamos la plaza dentro de dos temporadas, si la consigues)…
La Euroliga este año se ha convertido en la más atractiva de su historia; con una fase de Top16 sencillamente apasionante y emocionante. En cambio, la liga ACB, como los debates políticos, cada vez huele más a rancio…
¿Es tan importante ser atractivo? ¿O si el producto es de calidad, aunque sea aburrido, no hay para tanto?
Publicar un comentario