¿No era el momento?
En lo referente a las relaciones de pareja, el corazón de la diana, los 50 puntos, el diminuto círculo rojo central, la puntuación máxima, depende de la confluencia de la persona adecuada y el momento justo y preciso. La unión perfecta de ambas condiciones en el espacio y el tiempo. Mikkel Hansen acaba de completar el triángulo mágico con la selección danesa. Y es que pocos jugadores pueden presumir de haber ganado Europeo, Mundial y JJOO. En el último torneo de selecciones ha acabado de consolidarse como figura de talla mundial.
Él era el jugador adecuado, cuando llegó al FC Barcelona; una de las grandes promesas del balonmano continental. Pero visto lo visto, con apenas 20 años, no era el momento. Cada vez que lo veía jugar por la tele había destellos de magia, pero a la vez me daba la sensación de que el volcán que tenía dentro no acababa de explotar… No me dio tiempo a cansarme de esperar, ya que cogió las maletas y se fue a Dinamarca para probar nuevos trucos.
Podría realizarse un profundo análisis de por qué un jugadorazo con la trayectoria de Hansen no acabó de consolidarse en el Barcelona. Discernir qué razones empujaron al fracaso de este fichaje. De qué podría haber hecho el club para retenerlo más tiempo, de cómo el jugador podría haberlo intentado con más insistencia para no irse tan pronto… Pero no hay que darle más vueltas: no era el momento.
photo credit: QUESERIA LA ANTIGUA #LaAntiguaEduca : Colegio Pablo Picasso via photopin (license)
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