¿Más que una afición?
Como buen ochentero (solo mis compinches de edad lo entenderán), tengo en un pedestal de infinita admiración a Los Goonies, Gremlins y Karate Kid. Nunca he estado en un dojo ni me han atraído especialmente las artes marciales, pero me atrapó el largometraje hasta el tuétano. Ralph Maccio intentando integrarse en una nueva ciudad, els grupo de malotes acosándole, la enigmática figura de Pat Morita, el romance adolescente con Elisabeth Shue…
Por una mezcla de curiosidad y nostalgia, no pude resistirme a empezar a ver Kobra Kai. Tiene su qué ver las vidas de Daniel LaRusso y Johnny Lawrence décadas más tarde y cómo vuelven a encontrarse fruto de la casualidad. Ahora la balanza protagonista se decanta en favor del otrora guaperas rubio de instituto, el macho alfa del lugar.
Johnny, como un cóndor que vuela en un inmenso círculo, vuelve al karate como forma de vida, para reconducir su complicada realidad. Daniel intenta recuperar una esencia perdida con el devenir de la vida. Todo parece indicar que el destino les volverá a unir, de una forma u otra, con una tatami como protagonista, 36 años más tarde. Yo, por si acaso, cogería un cubo gigante de palomitas de colores…
¿El deporte es algo más que un hobby para ti?
photo credit: icgonmi Plaza de San Juan de la Cruz via photopin (license)
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