¿Llevas las supersticiones al límite?
Álex Márquez ha subido al segundo cajón del podio del Gran Premio de Aragón. En tan solo dos carreras, el piloto de Honda ha conseguido casi el 60% de los puntos cosechados a lo largo de diez carreras. Parece que el pequeño de los Márquez le va pillando el truco a la máquina japonesa, aunque lo que hoy me ha llamado poderosamente la atención es como las supersticiones pueden ser llevadas más allá de los límites de lo razonable.
Tras ser entrevistado por el programa de deportes de la emisora radiofónica RAC1, ha confesado que un gran premio no es momento de estrenar botas, así que ha llevado su calzado a tal estrés que su unidad izquierda ha quedado seriamente dañada y agujereada por la suela. El propio piloto ha comentado que en el tramo final de la prueba sentía calor en el pie por la fricción con el asfalto. Todo quedó en una simple anécdota, pero a tenor de la imagen podría haber acabado en algo un tanto más siniestro y dramático.
Las supersticiones forman parte de un mundo esotérico e irracional, es una manera de explicarnos la realidad, una especie de autostorytelling. Pero hay que ir con cuidado, en el momento en el que dichas creencias toman el mando y se imponen a toda razón. En el deporte de élite, pasar de ganar 20 puntos a sacar un rosco camino del hospital es tan sumamente fácil que parece mentira que lo dejemos en manos de la superchería…
¿Las supersticiones llevan el mando?
photo credit: calafellvalo Gato negro via photopin (license)
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