¿Hay que dejarlo todo en manos de los sabios?
Cuando las cosas van bien tendemos a subirnos por las nubes, a creer que todo es de color de rosa y que el éxito será eterno… Y cuando van mal nos mortificamos, flagelamos, vislumbramos un túnel infinito y la oscuridad impera… En el deporte no abunda la calma ni el largo plazo, siempre hay que ganar y si puede ser antes de ayer mejor que ahora. Como en la ruleta rusa: todo o nada…
Y calma buscan los estadounidenses, que van de desastre en desastre en la Ryder Cup. Los europeos les han levantado seis de las siete últimas ediciones. Ha llegado el momento de parar y analizar cómo se han hecho las cosas desde 2002. Es hora de pensar, ver qué se ha hecho mal, qué se puede mejorar y que debe cambiarse. Se trata de cuestionárselo todo, desde los pilares hasta el tejado.
La fórmula escogida ha sido la misma que en la Guerra de las Galaxias o en la Corte del Rey Arturo: un consejo de sabios. La épica de la Edad Media o del hiperespacio se ha trasladado al cuartel general del golf en EEUU. Son 11 elegidos -entre jugadores, excapitanes de la competición y miembros del circuito americano- que van a asesorar todo el proceso. En sus manos está dar con las teclas para acabar con la supremacía europea en la competición y resurgir como equipo.
¿Es bueno tener un comité de sabios para tener siempre una guía? ¿O es mejor ir a golpe de decisión?
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