¿Qué vale más que tu vida?
Ícaro huyó de Creta de una forma increíble para un hombre: volando. Pero murió por desafiar al sol. Dean Potter hizo realidad uno de los consejos que recibió de su padres, y repetido hasta la saciedad: «Si te lo crees lo puedes hacer». El motor de su vida fue un caramelo gigante, en forma de sueño, que le hacía feliz.
Uno de sus primeros recuerdos fue soñar que volaba. Este sueño le siguió a lo largo de su vida. Primero lo interpretó como una premonición de su muerte. Como adolescente indomable, se rebeló ante esa señal y escaló desafiando a la muerte y retando sus miedos. Inventó la modalidad de freebase (escalar equipado con solo un paracaídas de unos 3 Kgs, que diseñó con un compañero, para saltar una vez llegado a la cima). Estuvo toda la vida aprendiendo a escalar y ahora lo quería combinar con mover el cuerpo a través del aire (con el traje de superhéroe, como él le llamaba). Incluso hacía partícipe a su perro Whisper en sus aventuras. Para Potter, era la evolución natural de la escalada: Subir la montaña para después surcar el cielo, en un místico y adrenalítico viaje circular…
Estaba enganchado a la belleza y a la poderosa magia y energía de Yosemite. Y como un ser mitológico, con su traje de alas, huyó de su cuerpo en un salto base definitivo, para fundirse eternamente en la tierra que tantas veces le vio posarse. Se acabó el miedo, se acabaron los sueños y nació una nueva leyenda…
¿Hay algo que valga más que tu propia vida? ¿Tu propósito es vivir intensamente, aunque puedas acortar tu estancia en la tierra? ¿O prefieres que sea un existencia larga y calmada, minimizando los riesgos?
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