¿Eres el Vengador Tóxico?
«A todo cerdo le llega su Sanmartín», «la venganza es un plato que se sirve frío», «siéntate en la puerta de tu casa y verás el cadáver de tu enemigo pasar», «si buena me la hizo, buena me la paga», «la venganza es dulce y no engorda», «ojo por ojo, diente por diente»… Todo esta retahíla de refranes -unos mas sibilinos y pausados, otros más contundentes y directos a la yugular- encierran a un buitre carroñero. Un buitre que da vueltas en círculo, realizando el vuelo de la victoria. Un buitre que se relame el pico ante su presa, que se halla tan pendiente de su debilidad, que está indefensa ante el inminente ataque. Es una picotada fulminante y directa al alma, que es donde más duele…
Desde que Anna Tarrés ganó, el pasado fin de semana, su pasaporte para los Juegos Olímpicos de Río con Ucrania y vió como su ex-combinado se hundía en la miseria, está que se sale, hasta incluso se gusta… Como el Vengador Tóxico, Tarrés se la ha devuelto doblada y con regocijo a los que la echaron en su día, tras 15 años como seleccionadora nacional. Y no tiene reparos en decir que: «siento cierta satisfacción» por la situación que atraviesa la natación sincronizada en España.
Creo que mayor desgracia que ver que te quedas fuera de unos JJOO (tras 12 años e innumerables éxitos) y que encima la arquitecto que diseñó la obra maestra triunfa ahora con otra selección y te pasa la mano por la cara, es difícil sufrir. Los sucesos y los resultados han hablado por sí solos. así que no sé si es necesario -además de destripar a su víctima- congratularse públicamente para demostrar que lo está disfrutando…
¿Sientes la necesidad de vengarte en público? ¿O prefieres reírte en silencio, mientras la realidad habla por ti?
photo credit: Toxic Avenger via photopin (license)
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