Virgencita, que me quede como estoy...
Uno de los principales problemas con el que nos encontramos los seres humanos es el maldito e inevitable cambio. Nos da palo, pereza y miedo: pero es necesario. Sin el cambio no hay evolución, no se crean nuevas situaciones que nos llevan a probar, exponernos, equivocarnos, sufrir, divertirnos, sorprendernos de hasta dónde podemos llegar, volver a intentarlo, crecer… Si te quedas parado, si siempre haces exactamente lo mismo, ya sabes que es lo que hay. Porque mientras estás en el interior de la calidez de las sábanas de tu cama, un sábado por la mañana, básicamente no pasada nada. El agua de un río se mueve constantemente, evoluciona, desde que nace en las montañas hasta que se funde en la inmensidad del mar. Y si deja de correr, el agua se estanca; acaba acaba oliendo mal y se pudre.
Gran cantidad de empresas, en este país, solo contemplan el cambio cuando están con el agua al cuello, cuando los números no cuadran, las ventas caen en picado, sobran empleados, hay departamentos cuyo equipo se ha revuelto o se han dado situaciones personales que han estallado como una bomba expansiva. Pero cuando tienes siete agujeros en el casco del barco y estás en peligro inminente de hundimiento, entonces no es el momento de analizar. Es el momento de achicar agua como locos y no morir ahogados. Entonces no hay espacio para decidir cómo encaramos la vela de nuestro bote -según cómo sopla el viento- para ir lo más rápido posible.
Y mientras el Barça va como un tiro -rumbo de un posible e inédito segundo triplete consecutivo-, el guardameta Ter Stegen demuestra que hay un problema latente en la portería azulgrana. No le gusta nada ser solo el portero de la Copa y la Champions: lo quiere jugar todo. Y detesta que le llamen el portero del futuro. La alternancia es positiva para el club, pero le genera muchas dudas al alemán. Unas dudas que ya han aprovechado otros clubes europeos para intentar cazarle y darle todo el protagonismo. Todo va bien; pero si no cambia la cosa podría plantarse el Barcelona sin portero, con siete agujeros en la portería…
¿Mejor quedarse en Guatemala para no ir hacia Guatapeor? ¿O te adelantas a los problemas antes de que estallen?
photo credit: Through the eyes, of Virgin of Verdún via photopin (license)
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