¿Te desconcentras con facilidad?
Hay deportes binarios, en los que solo hay dos posibilidades: ganas o pierdes. Existen otros en los que la posibilidad de igualada es una posibilidad (en el que hay sensación de desazón en el que ha estado más cerca de la victoria y de euforia en el que ha bordeado del abismo). En esa zona ámbar, entre el rojo y el verde, se encuentran los soporíferos partidos de fútbol en los que un Granada 0 – Alavés 0 (cogido al azar y sin ánimo de herir sensibilidades) te penaliza doblemente; por la entrada o el pago por visión y lo plano del resultado. Y en la otra punta de la balanza puedes disfrutar de un atractivo partido de balonmano, viendo entre 50 y 60 goles, con suspense hasta el último segundo.
Entre las disciplinas entre los que solo hay «SI» o «NO», se encuentran el baloncesto, el voleyball, el tenis… En esta ocasión Andy Murray se tomó una botella entera de «NO» cuando había tomado inicialmente un dulcísimo chupito de «SI». Empezó arrasando en el primer set a Nishikori (en el partido de cuartos de final del US Open), durante el primer set. Lo vapuleó en solo 35 minutos. El duelo se niveló posteriormente -con 2 sets a 1 para el escocés-, y llegó el sonido de su derrota, fruto de problemas con la megafonía. El principio de su fin… Se desconcentró con el ruidito de fondo, salió del partido y cedió tras casi 4 horas de esfuerzo en la pista…
Quién a estas alturas de la película no se crea que la parte mental del deportista pueda llegar a ser más determinante que su físico, que se lo haga mirar…
¿Qué cosas te sacan de tus casillas? ¿O si estás enfocado en tu tarea no hay ni Dios que te despiste?
photo credit: Despairing businessman at his desk via photopin (license)
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