¿El tenis es cosa de hombres?
Moisés pilló un mosqueo de tres pares de demonios. El detonante fue ver a su pueblo adorando un becerro de oro. La ira le pudo y se cargó las tablas. Esas legendarias tablas que transmiten diez ideas. Diez mandamientos concebidos para ser eternos y sobrevivir al paso de los siglos… Darwin, unos añitos más tarde, le dio pimienta al tema con su teoría de la evolución de las especies. Y de paso le metió una pedrada, entre ceja y ceja, a los creacionistas, a lo Goliat. En las tablas de la ley del tenis español se leen cuatro elementos: Copa Davis, experiencia, mérito y consenso; teñidos por el velo de la desconfianza.
Como muestra un botón. Un entrenador de fútbol, cuyo gran mérito y experiencia fue subir un equipo de tercera a segunda B, es nombrado máximo responsable de un equipo de primera división. ¿EXPERIENCIA? ¿MÉRITO? Donde ya viene el descojone padre es en el ¿CONSENSO? El personal alucinaba con que se le hubiera dado tamaño proyecto entre manos. Y más teniendo en cuenta que los dos primeros partidos de liga los saldó con un empate y una derrota. Siendo generoso tenia experiencia de principiante, méritos los justitos y el consenso era muy dudoso… Y esa falta de experiencia, mérito y consenso se saldó con un equipo de leyenda que ganó todos los títulos que jugó en 2009. Ese principiante era Pep Guardiola.
¿Dónde está el beneficio de la duda para Gala León? ¿Los tenistas pueden ser juez y parte? ¿Tan porno es ver a un tío en un vestuario en calzoncillos o con el torso sudoroso al aire? No sé, todo huele tanto a naftalina que me acuerdo del anuncio de Soberano… ¿El tenis va hacia el siglo XXI o al siglo XIX?
photo credit: Alfredo Estevez via photopin cc
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