¿Te gusta entrenar solo?
El entreno del martes de Oriol fue de lo más marciano… Llegamos pronto, para cambiarse con calma (hasta que no le vuelva a coger el tranquillo, tras las vacaciones, se me hace un mundo poner casco, guantes, espinilleras, coderas y patines… De paso, aprovechamos que el vestuario estaba vacío para que su hermana se cambiara y estuviera lista para irse a Cornellá a practicar (cuando llegara su madre se la llevaría en coche). A las 17:15 ya estaba listo y patinó un rato con la pista vacía y jugaó con Anna al pilla pilla.
Mi mujer se fue con la baloncestista y Oriol se quedó solo. En un instante llegó Carles, su entrenador; pero no aparecía nadie más. Desde ese momento, empezó un tira y afloja entre Carles, que quería hacer ejercitar al único niño que había en la pista y ese pequeño que, girado, decía a todo que no…
Poco a poco y, con mucha mano izquierda, se acabó ganando a su pupilo y patinaron alrededor de la pista, hicieron círculos e incluso Oriol practicó hacia atrás, algo que le cuesta mucho… Se rieron, se hicieron cosquillas y lo pasaron bien. Tan bien que le pasó el rato volando… Cuando llegaron los niños del siguiente entreno jugaron un rato juntos a la araña peluda; y Oriol dejó de sentirse solo…
¿Te afecta mucho la soledad? ¿O te da igual quién tengas a tu lado?
photo credit: tokyoform Tokyo 4382 via photopin (license)
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