¿Te sientes capaz de conseguirlo?
Hace un par de domingos, cuando miraba los 5 entrenamientos semanales que tenía por delante, pensé que Alex se había equivocado. ¿12 kilómetros a ritmo de 4:45 min/km el último día? Debe estar de guasa… Mi primer impulso fue llamarle para preguntarle si había algún error o qué broma se escondía detrás del entreno del viernes; pero finalmente opté por el silencio. Cumplí con mi plan de lunes a jueves, pero allí me esperaba al final del camino semanal el cachondo entreno del último día…
Para no agobiarme, me convencí que iba a darlo todo durante la hora escasa que duraba el machaque y que si no lo conseguía no iba a pasar absolutamente nada… Se trataba de una previa que me causaba extrañeza, debatiéndome entre el escepticismo de mis capacidades atléticas y la seguridad que me dan los planes de Alex, exigentes pero a la vez asumibles. No me podía creer que mi entrenador me hubiera metido en una encerrona materializada en forma de sesión…
Lo bueno de todo este debate interno es que acabó cuando apreté el botón de ON en mi reloj. Allí se inició mi objetivo particular contra el crono y la distancia. No te negaré que sufrí, batallando 12 veces para acabar cada kilómetro por debajo de 4:45. No lo empecé a ver claro hasta el kilómetro 10, en el que ya llevaba un colchón suficiente como para llegar a tiempo… Fue una sensación fantástica al acabar; el plan era arriesgado pero funcionó.
¿Crees en el plan ciegamente, aunque dudes de tus posibilidades?
photo credit: t66t Israel, Jerusalem, passionate prayer via photopin (license)
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