¿Oscuridad o luz?
Cuando uno pierde una final puede tomar dos caminos: el de la luz y el de la oscuridad. El de la oscuridad te siembra dudas, miedo y vértigo. Acaba tiñendo todo el recorrido con una capa de sombras que no te deja ver tras la más cruel y dolorosa de todas las derrotas; la que sucede en la final. Por contra, en el de la luz hay reconocimiento, satisfacción por el trabajo bien hecho y por una gestión eficaz del equipo y de todos los recursos de los que has dispuesto para entrar en competición contra las mejores selecciones de todo el planeta.
Sergio Hernández, entrenador de los subcampeones del mundo optó definitivamente por la segunda. Desde la cenicienta del campeonato, Filipinas, hasta Francia, pasando por la decepcionante selección de EEUU, la Serbia de Bogdanovic y la Australia de Patty Mills, todas han quedado detrás de los argentinos. Por ello el seleccionador no tuvo inconveniente en reconocer la total superioridad de España durante la final. Y no tiró del cutre manual de excusas: llegaron a la final y no consiguieron sacar adelante el último partido.
Por todo ello Hernández se dedicó a ensalza el mérito de sus jugadores en la derrota; son segundos del torneo. Ganaron la plata, no perdieron el oro. Parece poca, pero la distancia entre quedar el segundo equipo de 32 participantes a ver solo que has perdido ante el campeón es abismal… La misma que hay entre la luz y la oscuridad…
¿Te quedas con el sabor final de la derrota? ¿O valoras todo lo conseguido?
photo credit: Dani Alvarez Cañellas Fonte via photopin (license)
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