¿Usas el deporte como simple envoltorio?
Cuando el fucking money man es el elemento que rige la elección de las sedes de los grandes eventos deportivos te puedes encontrar con pasteles de dimensiones cósmicas, como los que estamos viviendo en el mundial de atletismo de Doha. Las condiciones ambientales convirtieron la maratón femenina en una triste carrera de eliminación, pasto de una explosiva combinación de temperatura y alta humedad. Solo así se entiende que ese infierno se desatara con la llegada de la medianoche (imaginaros si se hubiera celebrado de día…), durante las seis vueltas para completar la competición (una especie de circuito para hámsters).
No entraré en los detalles de lo que pasó durante la carrera, los medios de todo el planeta ya se hicieron eco de ello. Lo realmente sorprendente es la facilidad con la que nos hemos vendido al dinero, pasando por alto los estándares de salud para los deportistas (los verdaderos y legítimos protagonistas), así como la protección de los derechos humanos.
El deporte ya no es el protagonista, es la plataforma mediática para vender la sede. Y si las marcas son mediocres, qué más da… Y si no hay aficionados pues nos los inventamos, como ya pasó en el mundial de balonmano de 2015. El deporte al servicio del dinero; y es que por muy bonito que sea el lazo y la caja en la que viene envuelto el regalo, el contenido final puede llegar a ser decepcionante…
¿Priorizas el dinero a la competición deportiva? ¿O sin dinero no hay megaeventos?
photo credit: gravity_grave Presents Under the Tree 138/365 via photopin (license)
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