¿Pero no te habías ido?
La vida es una sucesión de etapas en las que progresas, reculas, consigues saltos cuánticos y te hundes en la miseria. La cuestión es aprender de todo y seguir avanzando. El retrovisor va bien para hacer balance, no repetir errores y saber de dónde venimos; es una herramienta muy útil. Pero, por el contrario, no podemos conducir hacia nuestro próximo destino fijando la vista en lo que ha pasado y estando pendientes de lo que nos viene por detrás. Si lo hacemos, da igual la distancia y el tiempo; lo seguro es que acabaremos estrellándonos.
Jorge Lorenzo, 5 veces campeón del mundo, tiene un saber infinito en las artes de la conducción sobre dos ruedas, aunque parece que no se siente muy cómodo en su nuevo papel. Tras su desastrosa experiencia en Honda, se retiró, pero el abismo que se abría al bajarse de la moto debía ser tan oscuro que volvió a enrolarse en el circo de MotoGP como probador en Yamaha. Está a la espera de una oferta irrechazable para volver a luchar por el campeonato. Mientras tanto, sigue en su nuevo trabajo haciendo patente la frase “cualquier tiempo pasado fue mejor”.
Porque ya se sabe que, cuando uno está tan pendiente del retrovisor, es que lo que pasa delante de la carretera no le interesa demasiado…
¿Te sientes a gusto con tu rol actual? ¿O echas mucho de menos el pasado?
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