¿Educación sobrevalorada?
Se acaba demostrando que ni todo el oro del mundo puede comprar la educación de un a persona. Se trata de una carrera de fondo que se inicia desde que asomas la cabeza por este mundo y que siempre tiene elementos de perfeccionamiento y mejora; es uno de los más difíciles proyectos que abordan los progenitores con su descendencia. Lo fácil en esta vida es, cada vez que pasa algo, excusarte sosteniendo que «no hay para tanto». Así nos va, con las mínimas y más básicas normas de cortesía y educación por los suelos (solo hay que ir en metro para ver el irrisorio porcentaje de gente que cede su asiento a alguien que lo necesita).
¿Nunca has estado en una situación que no te parece correcta o justa en tu trabajo? Yo en muchas más de las que se pueden contar los dedos de mis manos y pies juntos. La experiencia me ha acabado enseñando que no suele funcionar el encenderte y empezar una iracunda búsqueda del culpable. Pero siempre hay excepciones, como algunos niños malcriados que se ganan la vida pateando un cuero. Críos que van sobrados de calidad técnica para hacer su trabajo, pero que tienen graves carencias sociales. En el deporte, nadie es eterno, vas envejeciendo y tu papel no puede ser el mismo que cuando tenías 25 años (y estabas en plenitud).
Messi parece que no entiende su papel, negándole el saludo a su entrenador cuando le sustituye. Qué grave… La verdad que no envidio a Mauricio Pochettino; valiente peñazo aguantar todo el día estrellitas maleducadas…
¿Crees en la educación? ¿O está sobrevalorada?
Imagen de Sasin Tipchai en Pixabay
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