¿Pan para hoy y hambre para mañana?
- ivanferrer
- A 18/07/2022
Si deportivamente el Barça hizo un churro de temporada, ahondada por la decimocuarta Champions de los blancos, parece que desde los despachos están dispuestos a dar un doble salto con un abismo de por medio. Una manera arriesgada para pasar del 5 raspadillo al 9 en los exámenes de recuperación que van a suponer la temporada 2022-23.
Las deudas azulgranas no paran de crecer, mientras que, como en un experimento social, el Barça no para de buscar como un poseso cómo activar palancas financieras. Qué bella y artificiosa queda toda esa ristra de literatura financiera cuando lo que está haciendo el club -real y llanamente-es hipotecarse a largo plazo para subirse de nuevo al tren en marcha de los candidatos a ganar ligas y copas de Europa.
Y venga a fichar, que el mundo se acaba. Parece, talmente, que si no se levanta algún trofeo el próximo ejercicio, habrá un mundo destrucción sin retorno en el seno del Nou Camp. Como si el futuro de la institución, más que un resurgimiento a medio-largo plazo se hubiera convertido en una operación suicida, jugándose todo el patrimonio al rojo y al negro en la ruleta del casino. Ya lo decía un entrenador que tuve en regional; «que Dios reparta suerte». Como no se la dé toda al Barça, ya veo a más de uno en febrero haciendo promesas para subir de rodillas a Montserrat. La fe es lo último que se pierde, más allá del pastizal del que ya no dispone el Club y que está tirando por la ventana para saciar ya, inmediatamente, su sed de victoria…
¿Quieres resolver tu futuro a saco? ¿O prefieres tomártelo con calma?
Imagen de PublicDomainPictures en Pixabay
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