¿Demuestras tus emociones en público?
Tras 4 años de incesante lucha por ser considerado el mejor jugador del planeta, Cristiano Ronaldo se desmoronó como un niño pequeño. Ahogado por la emoción y las lágrimas, le costó sudor y sangre articular palabras de agradecimiento. El momento que había imaginado durante tantas noches acabó por desbordarle cuando se hizo realidad.
Su valía, hambre de gol y protagonismo -tanto dentro como fuera del campo- son incuestionables. Su potencia de piernas, sumado al contundente golpeo de balón y combinado con una técnica y velocidad endiabladas, han hecho del portugués el eterno aspirante al reinado de Messi. Entre ambos jugadores han subido una escalera hacia el infinito difícil de superar (y que sin el concurso de uno de los dos no hubiera sido posible).
La fama ya la tiene, ahora ha conseguido también el reconocimiento de sus compañeros de profesión, algo que su personalidad busca constantemente. Y el mariscal, que marca sus normas en el campo con mano de hierro -caricaturizado por Blatter- se convirtió en un niño abrazando su sueño cumplido, sin importarle que millones de espectadores vieran su lado más humano.
¿Te da vergüenza mostrar tus emociones en público? ¿Guardas tu lado más tierno para la intimidad y sales con el traje de combate a todas partes?
photo credit: Kalexanderson via photopin cc
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