¿Vaya locura? Cap. 2
La primera vez siempre está llena de mitos, desconocimiento, miedos y dudas. Nos intentamos hacer una idea de cómo van a ser as cosas, pero hasta que no se empieza a experimentar, todo queda en una bonito y ordenado plano teórico. Y hay detalles que te rompen los esquemas.
El primer mito que tenía en la cabeza cayó en unos pocos kilómetros. La Matagalls-Montserrat es una prueba en la que la mayoría de participantes la hace 100% andando, cuando yo pensaba que la mayoría la hacían corriendo a tramos. El segundo que se desintegró fue que los avituallamientos serían tranquilos y calmados. Sobre todo el de Sant Llorenç, en el ecuador de la prueba, parecía un mercado persa de gente arriba y abajo, buscando comida, bebida, recargando bidones de agua y grupos de corredores comentando la jugada.
El tercero fue la soledad en medio de la noche. Si la buscas, definitivamente esta no es tu prueba. Salvo que te equivoques de camino, siempre hay alguna luz cerca de ti… Y el cuarto y definitivo es que la subida final a Montserrat no sería muy dura. Ahí mi ignorancia me volatilizó. Fue más brutal psicológicamente por no saber cuánto me faltaba para llegar que por la dureza de la cuesta en sí (aunque dicho sea de paso, tela marinera…)
Mitos aparte, si me tuviera que quedar con un detalle de toda la carrera, fue la serpiente de luz que recorría una larga recta y ascendía por la montaña, surcando la noche, buscando la cima…
¿Qué mitos han caído tu primera vez?
photo credit: Josiah Townsend via photopin cc
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