¿Te alegras si tu becario llega lejos?
El alumno aventajado, el elegido, aprendió y creció exponencialmente su potencial. Y se convirtió en realidad. Y el aprendiz se quedó solo, sin su maestro. Y la suerte los cruzó en el camino. Y ayer por la noche, sencillamente le pintó la cara a su mentor. Fueron quince minutos trepidantes, llenos magia y energía. Leo Messi volatilizó al Bayern y puso en estado de éxtasis el Nou Camp. Y lo tuvo que sufrir su ex-entrenador, Pep Guardiola, ahora en las filas alemanas.
Le rompió la cintura a Boateng, que va ser el rey de los memes estos días. Vi el gol desde la portería contraria, así que bien bien no pude contemplar la jugada. Y como se levantó todo el mundo ni siquiera vi entrar el balón; solo el rugir de todo el campo. Messi es de esos jugadores tan eléctricos, habilidosos y creativos que en directo te cuesta procesar qué ha hecho. Eso me pasó en el gol de Messi al Arsenal en Champions. Hasta que no llegué a casa y vi varias repeticiones no pude disfrutarlo.
Con 17 años y el 30 a la espalda, se estrenó el becario. Y una década más tarde se ha doctorado con todos los honores. Yo me acuerdo que cuando estuve como responsable de relaciones públicas y prensa en Sony, tuve un becario bastante hippie que se llamaba Albert. Y varios años más tarde está en los Emiratos Árabes, como responsable de proyectos de iluminación para Oriente Próximo. Y yo me alegro por él y siendo egoísta me siento bien porqué creo que algo debí enseñarle…
¿Te molesta que progrese más que tú alguien que tuviste a tu cargo? ¿O el maestro siempre tiene que estar por encima?
photo credit: Becario explotado via photopin (license)
Publicar un comentario