¿Libre o seguro?
Lo que sucedió el pasado viernes en París fue una película de terror extremo de la que no puedes escapar. No se trató de una de las extenuantes entregas de gore en las que no queda ni el apuntador -pero que cuando acaba suspiras aliviado porqué todo ha acabado. Fue sangre real de ciudadanos anónimos, cuyo único crimen fue el de llevar un estilo de vida diferente al de una panda de locos que ha puesto al planeta en una angustiosa e invisible guerra total y global. Una locura, aunque pudo ser mucho peor si algún terrorista hubiera logrado su objetivo inicial de entrar en el Estadio de París, donde 80.000 espectadores estaban presenciando el Francia-Inglaterra de fútbol.
Algo tan inocente como ir a un concierto de música, tomarse algo con un amigo en una cafetería o asistir a un acontecimiento deportivo se han convertido, de forma inesperada y sorprendente, en una cuestión de vida o muerte. El peligro puede estar ahí esperándote, para darte el golpe definitivo fatal, en cualquier esquina. Y no hay nada que te prevenga o te dé una salvadora señal de aviso. Ráfaga de metralleta, desconcierto y game over.
Para empezar, en el próximo encuentro internacional de la selección española en Bélgica, estará prohibido llevar mochilas. Bruselas realizará un amplio despliegue policial para que solo haya sucesos deportivos en el campo. Eso llevará a interminables registros que pondrán a prueba al mayor de los pacientes… Generalmente, las atrocidades se suelen responder con seguridad y control. Una seguridad y un control muy complicados de aplicar en eventos públicos realizados en gigantescos recintos con mucho tráfico de personas. Ahí empezará una dura batalla entre la seguridad del evento y la libertad de sus espectadores. Y no tengo nada claro que gane la libertad… De momento, en las apuestas previas va perdiendo…
¿Sin seguridad no hay vida? ¿O la libertad es el mayor de los valores por el que debemos luchar?
photo credit: 19/365 Marionette via photopin (license)
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