¿Control para los descarriados?
Cuando entras en el mercado laboral ya no eres un bebé al que hay que monitorizar constantemente… Ya has entrado en la edad adulta, en el 95% de los casos (o al menos eso pone en tu carné de identidad). Hay responsabilidades inherentes a tu persona, que van más allá de tus habilidades técnicas y sociales, como puede ser ir vestido acorde a la situación o aseado siempre. En el caso específico del deporte de élite, el chasis tiene que estar en perfectas condiciones. De ello dependen tus objetivos y tu sueldo. Por muy rápido que piense tu cerebro y ejecute tu mente, si el cuerpo no acompaña solo hay espacio para el desaliento y la decepción.
Tal vez somos muy ingenuos y pensamos que hay cosas que, tras el paso por el colegio, ya tenemos interiorizadas de por vida y que las llevamos de forma responsable hasta la tumba. Pero hay ejemplos que me devuelven a la tierra. Parece que Arda Turan tiene que hacer un ejercicio de regresión y volver al colegio, aunque está en uno de los grandes clubes mundiales. 34 millones de Euros desembolsó el Barcelona por él, el mismo club que va a seguir estrictamente su peso, le obligará un mínimo de dos veces por semana a comer en la Ciudad Deportiva, y le controlará, pidiéndole que lleve una vida menos desordenada fuera de los terrenos de juego. Atará corto al turco, a modo de semiinternado, para recuperarlo después de una temporada decepcionante.
Adultos tratados como niños para recuperar su mejor versión. No sé si es que hemos vuelto al parvulario o que damos poco margen al diálogo y a la autonomía de las personas para que encuentren la buena senda por ellos mismos…
¿Mejor atar corto a los empleados? ¿O ya son mayorcitos para responsabilizarse de todo?
photo credit: Fí curs els Terrossets 2012-13 via photopin (license)
Publicar un comentario