¿Queremos realmente igualdad de sexos?
Antes que nada disculpad por la mi falta de compromiso con vosotros en los últimos diez días. Os voy a ser sincero… Con todo lo que pasó desde el día uno de octubre no tenía cuerpo ni mente para dar lo mejor de mí en cada post… Pero la vida sigue, como el blog…
En el Día Internacional de la Niña hay infinidad de aspectos que reivindicar y muy poco que celebrar. Tengo la suerte de tener dos hijos: una niña y un niño. Los quiero con iguales ganas e intensidad y les transmitiré los mismos valores. Para mí no tiene ninguna importancia el sexo del bebé, la clave se encuentra en su materia gris y en sus emociones. Por esta razón me da mucha rabia y lástima que Oriol, por el mero hecho de haber nacido con un trozo de pellejo extra entre las piernas, vaya a tener automáticamente más oportunidades en la vida que Anna.
Por eso me emociona la medida tomada en Noruega, por la que se han puesto al mismo nivel los sueldos de la selección masculina y femenina de fútbol. Una decisión valiente y lógica que iguala el valor del trabajo al esfuerzo realizado (que acaba siendo el mismo en el mundo profesional de ambos géneros). Una opción en la que han tomado parte la Federación Noruega y la asociación que representa a los futbolistas, que ha cedido parte de sus ingresos. Al igual que un deportista amateur tiene las mismas sensaciones que uno profesional (os lo digo por propia experiencia), las chicas, disfrutan y sufren en el campo al igual que los chicos. Porqué la pasión no se etiqueta por género, raza o religión; se tiene o no se tiene…
¿Estás de acuerdo en la igualdad de sexos en el deporte? ¿O tiene que ganar el que más genera?
photo credit: Sociales El Heraldo de Saltillo Festejan alumnos de tercero de preescolar del CIZ via photopin (license)
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