¿No puedes con las trampas?
Tengo un muy buen amigo que es hipercompetitivo, a la vez que ultraventajista. Siempre sostiene que solo está dispuesto a entrar en batalla cuando sabe que va a ganar. Y no se avergüenza al reconocer que, si hace falta, está dispuesto a hacer trampas para ganar. Está dispuesto y lo acaba materializando, sin pestañear Y da igual la importancia que tenga el tema, es capaz de timarte aunque sea jugando al parchís…
Cuando con la competitividad no te llega y amas de forma estúpida la victoria, puedes llegar a quedar hasta gracioso, engañando a juegos de mesa. Pero te eleva, de forma gigantesca, a la categoría de paleto cuando juegas de tú a tú, y se acaba tu mentira de cartón piedra. Así de cutre fue el UE Sant Gabriel Viladecans – Vermell, colándonos varias niñas con ficha Mini A para acabarnos derrotando en febrero por un ajustado 49 – 46.
Este sábado, ya sin trucos antideportivos, acabó el encuentro con un rotundo 91-25 favorable al Sant Joan Despí. La verdad es que me alegro de la merecidísima tunda, ya que en equipos de formación se te tendría que caer la cara de vergüenza al hacer trampas. Ni tan siquiera se te debería de pasar por la cabeza. Pero hay necios que se empeñan en ganar a toda costa y que, encima, no son mis amigos… Y eso no lo aguanto…
¿Te da mucha rabia las trampas? ¿O lo tomas como parte del juego?
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