¿Sientes el vacío de la victoria?
El sábado pasado fue uno de esos partidos que coloco en la categoría de “balsámico”. Considero que son encuentros necesarios a lo largo de una competición, ya que se apartan un poco de la incesante tensión competitiva asociada a cada jornada. Nos enfrentábamos al, en teoría, equipo más asequible del grupo. Pero como siempre sostengo: “la teoría puede tener infinidad de aristas pero la realidad se resuelve jugando”.
Y dio la sensación que todo quedó finiquitado tras un primer tiempo muy intenso de las niñas. Flotaba en el ambiente que no íbamos a pasar excesivos apuros para llevarnos la victoria. A medida que iban pasando las partes, el ritmo fue bajando lentamente, a medida que el ritmo se iba trabando. Me asaltó una sensación extraña, como si todo se hiciera más difícil pero sin llegar a complicarse demasiado. Finalmente, conseguimos la segunda victoria en liga, de forma holgada, por 30 puntos de diferencia.
Habíamos ganado pero nadie parecía contento con cómo se había llevado a cabo. Escuché comentarios en la grada que sostenían que habíamos jugado el partido más flojo de toda la temporada. Me salió la vena positiva y le pregunté a Santi (que jugaba al baloncesto en su juventud): “¿Cuántas veces has jugado fatal ganando de 30?“. Su cara expresó la extrañeza y singularidad de los partidos balsámicos, difíciles de catalogar…
¿Hay victorias que no te llenan? ¿O como se dice en el fútbol “lo importante son los tres puntos”?
photo credit: Omar Omar Steven’s Green 01191 via photopin (license)
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