• ivanferrer
• A 25/06/2019

El debate ético-filosófico, en instituciones como el PSG, no tienen ningún tipo de sentido. El futbolista es un recurso necesario que se compra, se usa y, cuando se considera que ya no puede ofrecer nada más, se desecha en forma de venta. Y si el mundo de las máquinas llega a poner el pie definitivamente en el mundo del fútbol y la reglamentación lo permite, se ficharan robots que se expriman sin quejarse; punto y final.  En cambio, las discusiones sobre este tema en equipos como el Athletic de Bilbao, adquieren cotas bíblicas.

El fichaje de Bibiane Schulze ha destapado, nuevamente, el encendido debate sobre la elegibilidad de jugadores para formar parte de este excepcional y singular equipo. La filosofía de los vizcaínos -en el que juega un papel clave el concepto de Euskal Herria y sus canteras futbolísticas- parece en ocasiones como un pulpo con patas interminables cuyos tentáculos pueden llegar hasta lugares tan insospechados como Frankfurt.

Schulze, cuya madre es de Lekeitio y a la vez biznieta de Patxo Belauste, hermano del mítico mediocentro José Mari Belauste (que destacó junto con Pichichi en el Bilbao de hace 100 años) es considerada elegible para ponerse la zamarra rojiblanca la próxima temporada. Poco importa que naciera en Alemania y que toda su carrera haya discurrido por tierras germanas. Pesa más su vinculación con el País Vasco y como dice su familia que “ha desayunado, comido y cenado con el Athletic”. Con currículums así no me quiero ni imaginar cómo estirará el chicle el club, si mantiene vigente su filosofía, en los fichajes del siglo XXII…

¿Eres estricto con la filosofía? ¿O vas de laxo para favorecer tus intereses?

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