¿Te equivocas de disfraz?
Hay carnavales, como el de Venecia, a los que el coronavirus ha acortado la vida este año. En cambio, en Las Vegas siguen empeñados en hacer de las previas de las grandes veladas de boxeo un espectáculo que raya las payasadas que se protagonizan en los prolegómenos de los combates de lucha libre. No me perdía nunca, a través de Tele5, la épica rivalidad entre Hulk Hogan y el Último Guerrero.
Por un momento pensé que se iba a celebrar una contienda entre el Rey de Burger King y una evolución de Predator. Pero me fijé con más detenimiento y descubrí que se trataba de un combate de los pesos pesados con el cinturón de campeón del mundo en juego. Y tanto se centró en el carnaval previo Deontay Wilder que se olvidó que lo que realmente importaba no era cacarerar en los preámbulos, sino golpear como un yunque a su rival y esquivar los martillazos del contrario.
Lo dio todo en la previa, con su disfraz de 20 kilos de peso, para posteriormente –siempre según su dudosa versión- salir a la rúa fundido… Ante todo el auditorio besó la lona dos veces antes de que su equipo acabada tirando la toalla. En ocasiones, tanto carnaval te hace olvidar que no hay que subestimar una pelea de mastodontes. O simplemente lo usas como excusa para esconder tu inferioridad competitiva…
¿Tienes claro cuál es tu objetivo? ¿O te pierde el espectáculo?
photo credit: Nemodus photos 2015 Venice – Seven via photopin (license)
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