¿Eres auténtico?
A mi hijo le gusta ver partidas comentadas de Minecraft. Creo que Youtube, en gran medida, se ha convertido en los Marco, Heidi y la Abeja Maya del siglo XXI. Reconozco que es un mundo que, en algunos aspectos, me empieza a superar. Lo pude comprobar hace unas semanas, cuando vi un vídeo de TheGrefg. Aparte de que muchas de las expresiones y palabras que empleaba me sonaban a Klingon, me aburrió con bastante rapidez a la par que no entendía qué engancha a niños y jóvenes de este tipo de vídeos. No lo critico ni lo menosprecio; supongo que es cuestión de edad, en el que unos códigos propios de una generación son ajenos a la anterior, amplificado por una brecha digital que desnuda a los nativos analógicos -como es mi caso- en un mundo virtual e hiperconectado.
Uno de los grandes activos, bajo mi punto de vista, que tienen estos youtubers es su autenticidad. En este sentido gozan de una libertad que no se pueden llegar ni a imaginar los medios tradicionales, tan sujetos al yugo publicitario y a la limosna del gobierno de turno.
A mi hijo le gustaría combinar de mayor dos profesiones: conductor de trenes y paleontólogo. En ocasiones también verbaliza que quiere ser youtuber. Desconozco si se prodigará en redes, pero lo que está claro es que forma parte de la estirpe de los que ven la realidad con otros ojos. La semana pasada fuimos a renovar su equipaje, aprovechando que se acerca su cumpleaños. Esperando para probarse unos patines en línea, se quedó fijamente mirando el lineal de las botas para hielo. Se le iluminó la cara y dijo: «Con estos patines se podrían cortar buenas lonchas de mortadela». Su hermana y yo nos miramos y empezamos a descojonarnos con su ocurrencia. Ocurrencia 100% auténtica; como los Daft Punk hasta para despedirse…
¿Eres auténtico?
photo credit: mikecohen1872 authentic via photopin (license)
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