¿De verdad era una final?
La finales construyen el storytelling de los clubes. Leyendas teñidas de épica y desgracias. Dioses del Olimpo y figuras mundanas que pasaban por allí y se abonaron a la gloria eterna. Uno de los mejores momentos del docudrama deportivo Sunderland ‘Til I Die es el comentario -lleno de desgarro y desolación- de una aficionada a su marido lamentándose del por qué siempre tienen que ser ellos los que pierden. Así se debieron sentir, más o menos, las víctimas de esta victoria
Una victoria cimentada en una marcha triunfal, desde el minuto uno hasta el final, sin dar más opción al rival que aplaudir al rodillo que tenían por oponente. Eso es exactamente lo que les ocurrió a las subcampeonas de Europa (Países Bajos), que sucumbieron aplastadas por el juego y el empuje del quince de las Leonas, en una lluvia de ensayos. Tanto llovió en el área neerlandesa que la cuenta de puntos ascendió hasta unos escandalosos 87 tantos. Con tan solo 2 minutos de juego, el combinado español empezó a echar tierra de por medio hasta montar una montaña gigantesca e infranqueable para su adversario.
Ahora viene un enfrentamiento directo con un equipo que juega en el Seis Naciones para que siga viva la llama de la participación en el futuro mundial de rugby de Nueva Zelanda 2021. Un nueva oportunidad para seguir elaborando el storytelling y teñir el presente y futuro de épica…
¿Prefieres victorias triunfales? ¿O eres de finales ajustados?
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