¿Cuál es realmente el premio?
Ayer, por fin, pudimos jugar el partido contra el equipo invicto en la liga prebenjamín de hockey en línea (suspendido por COVID-19 en el último momento). Lo mejor del encuentro fue que, definitivamente, los pequeños del Jujol lo dieron todo desde al pitido inicial hasta, literalmente, el último instante.
Sucumbieron ante el primer clasificado, pero el mejor equipo es definitivamente, bajo mi punto de vista, el Jujol. Cayeron ante un jugador y una portera excepcionales, que monopolizaron el juego en ambas porterías. La primera parte acabó 0-1, con el único tiro a puerta de Dracs. En la segunda, consiguieron, tras intentarlo en innumerables ocasiones, batir a la guardameta contraria, estableciendo el 1-4 final.
Ya con el partido perdido por dos partes a cero, por fin lograron los niños saltar el muro infranqueable de Dracs, con un contundente 3-0. Los visitantes remontaron hasta nivelar el marcador a tres, pero los de Sant Joan no se dieron por vencidos y anotaron un cuarto tanto. Lo mejor quedó para el último segundo, cuando siguieron los locales empujando hasta anotar el definitivo 5-3 que reflejó la última parte.
Yo prefiero, totalmente, tener un equipo coral, en el que 13 niños vayan creciendo juntos que no tener un par de megaestrellas acompañada de un grupo de palmeros que son poco más que el acompañamiento del plato estrella. Cuestión de gustos…
¿Te gusta tener un elemento definitivo en tu equipo? ¿O prefieres un bloque sólido?
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