¿Cómo ha quedado el puzzle?
La jornada de ayer fue eterna… Salimos de casa a las 8.30 de la mañana y volvimos a las 20:30. Doce horas ininterrumpidas de hockey en línea que acabaron configurando una amalgama de momentos y sensaciones en la final a cuatro por el campeonato de Cataluña prebenjamín:
El sacrificio de dos compañeros para ponerse de portero en el momento cumbre -y más comprometido- de la temporada (Gala y Jan).
Las caras pintadas, las camisetas verdes, los cánticos, los instrumentos, las bocinas y la bandera de la grada de animación.
Lluís padre desgañitándose durante todo el torneo, en la banda, para que los niños defendieran y no dejaran al portero descubierto ni a nadie desmarcado en los bullys.
La manera en la que los pequeños lo intentaron hasta el último suspiro en una semifinal en la que no tuvieron posibilidad alguna.
Un partido por el tercer puesto épico y para el recuerdo. El mejor, sin duda, de todos los que han jugado los pequeños esta temporada. La primer parte, de tanteo, fue muy pareja y acabó 1-1. En la segunda, Castellbisball (bajo mi punto de vista, el equipo que más ha progresado de todos) se adelantó. Y en ese momento se abrieron las compuertas del infierno y se inició una contienda medieval sin cuartel, en la que el objetivo era, por parte del Jujol, volatilizar el castillo contrario dejando la retaguardia descubierta. El asedio sin piedad de Jujol al arco contrario dio la vuelta al marcador y estableció un 3-1. Y en ese segmento surgió el golazo de Eric por la escuadra, que vimos todos entrar a cámara lenta. Y en la tercera parte, tras un 2-0 inicial empezó el contraataque frontal de Castellbisball, que sitió a los pequeños jokers, que no paraban de achicar agua desesperadamente. El equipo aguantó como pudo las arremetidas del rival, ayudado por un inmenso Jan que se lanzó a cada puck, como si fuera la última gota de agua en un infinito desierto.Fue una batalla, de poder a poder.
Las tres horas de espera para celebrar la medallas y las súplicas a la Virgen para que la final de la Copa Federación Alevín no se alargara con un tiempo extra (nos fue del canto de un duro; el gol de la victoria se lo llevó Premià a falta de 5,5 segundos para que encuentro muriera).
Ver como nuestros 12 colosos jujolianos -Gala, Lluís, los dos Erics, la pareja de Nicos, Aina, Armand, Oriol, Pol, Jan y Alex- jugaron com uno solo.
Mención especial para los bollycaos caseros Xavi (que acabó de preparar a las tres de la madrugada) para celebrar una merienda a la altura del acontecimiento y la sesión profesional del padre de Armand, siempre dispuesta aunque lo echaran de la pista, ya que no era el fotógrafo oficial.
Y el momento final, en el que me quise fundir, cuando Oriol me pidió, orgulloso y feliz, hacernos una foto juntos con su medalla y la copa en la pista.
No sé si el rompecabezas pudo haber si sido mejor o peor, pero fue ese finalmente… para enmarcarlo.
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