Cara contenta, cara triste...
Ayer por la noche Robert Lewandowski, elevó 9 minutos sobre el césped del Allianz Arena de Múnic a la categoría de obra épica de arte. En el minuto 50 empató el partido ante el Wolfsburgo. Y no paró hasta el 59, marcando su quinto gol (si llego a hacer semejante chicharro, pido el cambio a Guardiola). Fueron diez minutos de locura en que sencillamente lo enchufó todo. Si en ese corto período de tiempo le llegan a centrar una lavadora de 200 kilos, Lewandowski la hubiera rematado con la cabeza por toda la escuadra.
Esta hazaña saldrá en todos los medios de comunicación. La ecuación fútbol + proeza = alud de noticias. Nos guste o no, el deporte alucina a las masas, y el fútbol más…
Pero hay otras proezas que no aparecen casi en los medios, que te llegan a través de algún post de facebook, pero que serían para enmarcar y enseñar a nuestros hijos en el colegio. Kilian Jornet es la referencia mundial en el mundo de las carreras de montaña. Este año corría en casa, en la Ultra Pirineu 2015. Ganó, recorriendo los 110km en poco más de 12 horas. Un vídeo casero lo cazó en plena ascensión, en el kilómetro 60. En ese momento le está pisando los talones al que sería finalmente el segundo clasificado, Zaid Ait. Pero se encuentra a un conocido y se para a hablar con él. En esos instantes da igual el crono, los rivales, la carrera. Solo importa ver si pueden quedar en los próximos días, en los que Kilian va a estar por la zona. La naturalidad de Jornet habla de una deportista enorme pero que tiene facetas humanas de otro planeta…
Me alegra que Lewandowski sea héroe en su club por su proeza, pero me entristece que Kilian no haya abierto todos y cada uno de los telediarios del planeta…
¿La victoria y el logro en el fútbol deben presidir siempre las noticias? ¿O deberíamos darle más cancha al toque humano en otros deportes?
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