Vaya putada con el imputado...
Nunca el fútbol estuvo tan fiscalizado y judicializado. Escándalos en FIFA y UEFA, las evasiones fiscales como la de Mascherano, las denuncias por las esteladas, y el truculento caso Benzema. Menos mal que hay cuestiones un tanto más divertidas, distendidas y guasonas (depende desde qué óptica se mire) como el Cheryshevazo. Y hacía muuuuuuucho tiempo que una sosa eliminatoria a doble partido de Copa entre un primera y un segunda B tuviera tanto morbo en los despachos. El deporte es tan mediático e influyente en la opinión pública que, cuando traspasa determinadas líneas rojas, pasa a la esfera política.
Mientras Benzema sostiene que todo ha sido un mal entendido, la bola de nieve se ha hecho tan grande que ha llegado a generar unas duras declaraciones del primer ministro francés, Manuel Valls. Sostiene que un jugador de la selección nacional «debe ser ejemplar», ya que son el espejo y referente de muchos jóvenes galos. También dice que su imputación por chantaje debería ser razón de peso para que no vuelva a ponerse la elástica del gallo.
Hay mucho debate acerca de la presunción de inocencia y de la llamada popularmente «pena del telediario». ¿Pero os podéis imaginar, por un momento, a Balbuena y Benzema en la misma concentración y jugando juntos en el campo? ¿Llegados a este punto que es lo mejor, que juegue hasta que se demuestre su inocencia o culpabilidad o que quede apartado hasta que se aclare el caso?
¿Si tienes un imputado en tu equipo o en tu empresa es mejor sacarlo para no enrarecer el ambiente laboral? ¿O hay que acogerlo porqué se es inocente hasta que se demuestre lo contrario?
photo credit: Court is in session via photopin (license)
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