¿Qué son realmente 100 kilómetros? (6x10)
Las últimas dos semanas de preparación constaron de mucho descanso, mucha hidratación, más pasta de lo habitual y entrenos cortos. Para mí fue como una etapa de celebración. Recuerdo mi último entreno, por la Rambla cerca de mi casa, golpeándome suavemente la zona izquierda del pecho con mi puño derecho -como algunos cantantes de heavy metal que agradecen la entrega del público tras un concierto-, eufórico. Ese sábado iba a enfrentarme a mi mayor reto deportivo. Cinco meses puestos al servicio de un solo día. Toda la pólvora concentrada en un solo tiro. Pero en realidad solo me quedaban 100 Kilómetros para llegar a meta. 100 Km más, tras 1.900 Km de entrenamiento. Un 5% más. Si antes de empezar me dicen que voy a hacer ese kilometraje, me da un ataque…
Nunca me cansaré de repetir que el primer logro es llegar a la línea de salida sin molestias y con todo lo aprendido durante los meses de entrenamientos. También es una fase de introspección y alucine, en la que echas la vista atrás y ves todo lo que has hecho, lo que has conseguido. Fue realmente duro entrenar cinco días por semana. Como en el cole: látigo de lunes a viernes y descanso los fines de semana, para pasarlos con mi mujer y los niños. Creo que ésta ha sido la mejor decisión: aunque tuviera más tiempo sábado y domingo era mi manera de desconectar al completo. No me importaba sacrificar las cenas y las noches, si con ello tenía el final de semana totalmente libre. Mi peor recuerdo es meterme en la cama, dolorido tras un entrenamiento de 40 Km, sin saber cómo poner las piernas para estar cómodo, y pensar que al día siguiente iban a caer, sí o sí, 30 más…
Ésta vez probamos, como novedad, beber agua de mar diluida en agua dulce (durante la última semana) para ir bien cargado de sales minerales. También preparé la noche anterior mis barritas energéticas de chocolate, sándwiches (de jamón serrano y de jamón dulce y queso) y pasta con tomate y atún. Con la pasta se me fue la mano; me vine arriba y herví 750 gramos. Aquello no hacía más que coger volumen y parecía más que mi avituallamiento, la Pasta Party de la Maratón de Barcelona. Solo os digo que estuve comiendo macarrones casi toda la semana siguiente a la prueba…
Como me dijo Álex, mi entrenador, en la salida: «Te envidio hoy, pero no durante los días de entreno». El día D sale a la luz un 5% que cega el 95% de oscuridad que te ha llevado allí. Ese 95% que solo mi mujer y mi entrenador saben. Ese 95% que te hace brillar y capear la tormenta, si hace falta…
¿Eres consciente de todo el esfuerzo que tienes que hacer para conseguir tus metas?
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