¿Los magnates ayudan al ciclismo?
El deporte tiene un componente pasional que lo convierte en algo ilógico, intenso y estratosférico. Esa pasión, cuando se traslada al mundo de los dirigentes, se vuelve impredecible y fuera de toda órbita. Y si además de dirigente y apasionado tienes el dinero por castigo, la diversión está asegurada… Así es el empresario ruso Oleg Tinkov. Con unos modales muy directos, salta a la yugular a sus corredores cuando no dan el rendimiento que espera. Y ahora se ha empeñado en dinamizar el pelotón a base de pasta.
Tinkov ha ofrecido un millón de euros a los cuatro grandes del momento (Contador, Nibali, Froome y Quintana) para que se enfrenten en las tres grandes competiciones de la temporada: Giro, Tour y Vuelta. Cree que será un aliciente suficiente para propiciar tan inédita triple batalla. La dureza de las pruebas y la alta competitividad en el pelotón convierten en misión imposible el acabar con el maillot rosa, amarillo y rojo en una misma temporada. Pero la pedrada ya está lanzada, la noticia ha salido en todos los medios y el anzuelo está en el agua esperando a que tan suculento gusano sea mordido por los ciclistas del momento.
Y ahí entra en juego el circo montado por Tinkov, contrapuesto a los límites mentales y físicos de los corredores. Las grandes vueltas, de tres semanas, son sumamente exigentes -como el próximo Tour, que promete dureza y montaña por un tubo. Los magnates han echado las redes al deporte, algo que les da mucha notoriedad, les divierte y da rienda suelta a sus más insospechadas extravagancias…
Y todo desemboca en el siguiente dilema: ¿los magnates engrandecen o exprimen el deporte en su beneficio? ¿Favorece o empequeñece al ciclismo?
photo credit: noahwesley via photopin cc
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