¿Sacas fuego por la boca?
Por fortuna, creo que estamos empezando a estar todos concienciados que debemos desterrar, para siempre, la violencia física y verbal de los terrenos de juego y de las gradas. Una patada a destiempo, un codazo sin venir a cuento o un golpe sin tener la más mínima posibilidad de disputar un balón deberían ser sancionados con la máxima severidad. Pero también se debería ser igual de contundente con las expresiones de insulto y desprecio en las gradas. En las últimas semanas ha habido varios casos de esta índole. Cristiano Ronaldo dedicando un gesto testosteril a los aficionados contrarios en Champions, insultos de algunos aficionados de Rayo Vallecano al entrenador del Valencia o la respuesta racista que dedicó el delegado del Espanyol a un aficionado del Girona son tres ejemplos de lo que se cuece alrededor del deporte, una atmósfera llena de tensión y rabia reprimida y desmedida que estalla en los espectáculos deportivos en directo.
Es por ello que me parece perfecto que Diego Costa haya sido sancionado con ocho partidos por lo que le dijo al árbitro en el encuentro contra el Barcelona. No me vale la teoría que sostiene que a “200 pulsaciones” es difícil controlarse… Cerca de mi casa han abierto un DIR especializado en yoga; le puedo enviar una solicitud online y que se apunte…
Agradecería, dicho sea de paso, que los clubes se comprometan con esta realidad. El Atlético, en vez de hacer el ridículo buscando un defecto de forma, debería haberlo sancionado también. Actuando así, más que clubes deportivos parecen clanes pandilleros barriobajeros, justificando lo injustificable…
¿Hay que ir a saco contra la violencia verbal? ¿O tampoco hay para tanto?
photo credit: olgapepe Bomberos Fallas 2019 via photopin (license)
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